Cata Lundbeck
Garnatxa Darling Wine Flight y Cena
España es conocida por su tempranillo pero hay otra uva que a veces pasa escondida todo y ser una de las variedades más famosas del mundo: la Garnacha.
Este vino, con un carácter afrutado y lleno de gusto en el que muchas veces encontramos fresas y frambuesas – frutas rojas – proviene de una uva que nos descubre muchas personalidades dependiendo de las condiciones del terreno y el clima donde se ha plantado.
Es por esta razón que en la cata nos centraremos en estas diferencias. Al estar plantada en tantos sitios, así como al crecer en gran variedad de terrenos, los estilos de la Garnacha son muy variados. Las principales regiones de España para esta uva son: Campo de Borja, Cariñena, Calatayud (las tres en Aragón), Navarra, Montsant y Priorat. Y dentro de estas regiones hay muchos tipos de terrenos (esquistos, granito, argila, piedra calcaria y grava) que imprimen aromas distintivos y un gusto especial al vino.
En este wine flight iremos desde las frutas rojas ligeras y divertidas de las Garnachas jóvenes que son las que estamos acostubrados a beber, hasta las más gustosas, densas, negras y enriquecidas con un buen tiempo de envejecimiento.
Maridaremos las garnachas con salmón crudo (sashimi) y tablas de embutidos y quesos:

y finalizaremos con el tradicional ‘pa amb vi i sucre’ (pan con vino y azúcar) pero reemplazaremos el pan por ‘carquinyolis’ mojados en vino dulce.
Qué es una D.O. ?
D.O.

“Denominación de Origen”
- Regulada en 1932,
- Similar a AOC de Francia.
- Regula legislación y estándars (Tipo de uvas, envejecimiento, etc)
Principales DO's
DO catalanas.
D.O. Catalunya

“DO Catalanas”
- 12 D.O.'s
- 2 D.O.'s globales
- Gestiona las regulaciones y estándares (Tipo de uvas, edad mínima de envejecimiento, etc)

Main DO's
DOQ Priorat

Priorat es una Denominació d'Origen Cualificada (DOQ o DOCa) para los vinos catalanes producidos en la comarca del Priorat, en la provincia de Tarragona, en el suroeste de Cataluña.
La DOQ cubre 11 municipios. Produce principalmente vinos tintos potentes, que llamaron la atención internacional en la década de 1990. La zona se caracteriza por su terroir único de pizarra negra y suelo de cuarzo conocido como llicorella.
Es una de las dos únicas regiones vitivinícolas de España que califican como DOCa, el nivel de calificación más alto para una región vitivinícola según la normativa vitivinícola española, junto con La Rioja DOCa.
Priorat es la palabra catalana, la que aparece con más frecuencia en las etiquetas de los vinos, mientras que el equivalente castellano es Priorato.
El topónimo Priorat está vinculado al concepto de vino desde hace siglos. La suma de un suelo, un clima, una orografia y el trabajo de hombres y mujeres que lo han elaborado siguiendo las técnicas de una tradición milenaria con la ayuda, hoy en día, de una tecnología adaptada a los requisitos de la calidad, han propiciado un producto auténtico, exclusivo: el vino del Priorat.
La Cartoixa d’Scala Dei representa la cuna histórica de los vinos y la viticultura de la Denominación de Origen Calificada Priorat. Los monjes cartujos trajeron desde la Provenza, en el siglo XII, los conocimientos y las técnicas para desarrollar una viticultura que arraigó con fuerza y ha evolucionado a lo largo de los siglos. Los dominios de la Cartuja configuraron el llamado Priorat histórico, que hoy coincide con la región vitivinícola de la DOCa Priorat.
La narración explica como el rey Alfonso I el Casto envió a dos caballeros a recorrer el país para localizar un sitio idóneo para que la orden de los cartujos, procedentes de la Provenza, se instalase en Catalunya. Una vez llegados a los pies de Montsant les llamó la atención la singular belleza del lugar y preguntaron a un pastor sobre el enclave. Además de informarles, el pastor les relató un suceso sobrenatural que acontecía desde hacía tiempo en el corazón de aquel valle: en el pino más alto aparecía una escalera por donde subían y descendían los ángeles.
El pretexto estuvo servido, los caballeros lo comunicaron al rey, quien ofreció aquel lugar a la orden. Los cartujos, establecidos en 1194, levantaron el altar del templo dedicado a Santa María en el punto donde se encontraba el árbol de la leyenda. La historia dio nombre al monasterio y a la vez ha generado una iconografía fuertemente arraigada en el territorio.
Los cartujos de Scala Dei iban vestidos de lana blanca, con capuchón que les cubría la cabeza rapada. Cultivaron la vid y elaboraron el vino en la Cartuja, siguiendo una escuela de trabajo y espiritualidad. Quizás el del Priorat es un vino místico.

Hoy, los restos de la cartuja proporcionan un aire de misterio y seducen a los visitantes. Por encima de estas ruinas, diferentes capas geológicas se superponen hasta la cima de la sierra, jugando con una paleta de colores variados, desde el gris, el ocre y el amarillo hasta el marrón y el rojo, formando esa escalera mística que alcanza el azul del cielo y el blanco de los ángeles en las nubes.
Desde hace casi 1.000 años, nueve pequeños pueblos han crecido escondidos entre las pendientes de pizarra que se dispersan a los pies de la sierra de Montsant. Sus habitantes, viticultores desde siempre, modelaron el terruño con márgenes. Tras la Ley de Desamortización de Mendizábal (1835), gracias a un gran esfuerzo y al creciente desarrollo de la viña, los viticultores reencontraron su dignidad. Este profundo cambio ha generado una cultura extraordinaria, fuente de prestigio para este país. Entre otros ejemplos, la cultura de la vid ha perdurado entre los habitantes de este territorio, y hay testimonios históricos tan antiguos como el capítulo «Como plantar viña en Scala Dei», del «Libro de los Vasallos» del siglo XVII, o el texto anónimo «Manual de viticultura de Porrera del siglo XVIII», que reflejan la sabiduría de los hombres en convivencia con la naturaleza.
Desafortunadamente, las épocas de harmonía y crecimiento son cíclicas y a menudo acaban en cataclismos. De hecho, en la historia de la agricultura y la vid europea, existe un antes y un después de la plaga de la Filoxera. En el Priorat también supuso una catástrofe a finales del siglo XIX y principios del XX, ya que en esta época la explosión de la indústria téxtil en Cataluña arrastró toda la mano de obra hacia las ciudades, y no se replantaron nuevas cepas, excepto en una proporción mínima que, afortunadamente, es la que ha perdurado hasta nuestros días.
Gracias a la generación de agricultores que actualmente tienen entre 70 y 80 años, quienes se han mantenido en el terruño y han seguido con la tradición agrícola, se ha conservado la cultura vitivinícola en el Priorat.
En décadas recientes se pudo intervenir en un paisaje preservado, complejo, rico y de un formidable potencial. Fue, pues, a finales de la década de 1980 cuando se inició un nuevo ciclo de prosperidad, que conjugava sabiduría, paisaje y tradición con un nuevo espíritu emprendedor que tenía como objetivo la recuperación de la calidad y el prestigio como premisa máxima.
La rehabilitación de la vid se realizó lentamente, con la certeza de que debía arraigarse en la memoria del terruño. En una curiosa mezcla que asocia la evolución de una cultura tradicional con vestigios agrarios del pasado y una naturaleza exuberante con una replantación respetuosa y eficiente.
TOCAVI – ESCAPA T Rosé Cava – DO Cava
Trepat

VINIFICACIÓN: Nuestro Cava es 100% Trepat, una varietal de uva autóctona a exclusiva de la Conca de Barbera, lo que hace que este cava sea absolutamente único.
Esta zona tiene una ancestral tradición en la elaboración vinícola que se remonta a los monasterios de la Orden del Cister todavía presentes en la región.
NOTAS DE CATA: Un cava con un expresivo color cereza, brillante, y abundantes finas burbujas. Aromas de fresas frescas es una de las características de esta variedad que persiste el paladar en todo el paso en boca con un final armónico y delicado.
Conreria Scala Dei – Les Brugueres Blanc 2021 – DOQ Priorat
Garnacha blanca

Color amarillo pálido con reflejos verdes, aroma muy intenso de frutas tropicales, albaricoque. Ligeras notas de hierba buena a medida que se va abriendo. Vino glicérico que llena la boca. Acidez muy bien equilibrada y tiene un largo post-gusto.
Maridaje: Pescado, marisco, carne blanca, queso, embutidos, pasta, arroces y ensaladas.
Conreria Scala Dei

El Priorat - Donde cada piedra acoge el silencio
El Priorat es un espacio sorprendente por su orografía. Divisa el Mediterráneo des de la altura del Montsant. En estos suelos de pizarra los monjes de La Cartoixa d'Scala Dei demarcaron hace ocho siglos el terreno que hoy es la moderna y pujante Denominación de Origen Cualificada del Priorat.
Una comarca donde su vida económica y social gira en torno de su vocación agrícola y, muy particularmentem alrededor del vino. Una tierra, a la que se le ha reconocido, en 1974, por la F.A.O. una calidad y condiciones únicas para que en ella se puedan elaborar algunos de los mejores vinos del mundo.
El nombre de nuestra bodega incluye en si mismo una historia y un legado que nos llevan a reecontrar una tradición milenaria. Orgullosos de ella adoramos esta tierra, teniendo especial cuidado en la atención de las viñas de diversas tipologías y variedades, sabiamente distribuidas por diferentes lugares de la comarca, para así poder crear vinos con personalidad propia.
En el Priorat cada puerta, piedra o muro acogen el silencio, reposo y una vitalidad que hace que todo cobre un sentido. Un lugar donde pasión y sabiduría hacen posible que se obre este milagro: la creación de un gran vino.
Aquí nacen y son criados nuestros vinos, aliándose con el tiempo, para transmitir la esencia de una bodega joven y moderna que apunta a la tradición y que de cosecha en cosecha, perfecciona su arte.
Les invitamos a conocer y compartir nuestro preciado universo.
La Bodega - Vinos con huella
Producción anual 130.000 botellas
Inaguración 1997
La Conreria d'Scala Dei nace de la voluntad y el entusiasmo de un grupo de personas historicamente ligadas al Priorat, con el deseo de dar a conocer al mundo los magníficos vinos que se elaboran en esta tierra.
A partir de la antigua propiedad de la Casa Señorial de los Rialp, hemos modernizado sus instalaciones para elaborar nuestros vinos y compartir el legado histórico de esta tierra y de su gente en el magnífico entorno de Scala Dei y el Priorat, con sus visitantes.
Con una precisa selección de viñas y uvas, de las 52 hectáreas arrendadas y de propiedad, y con nuestro esfuerzo detrás de cada una de las 130.000 botellas que producimos anualmente, hacemos realidad estos vinos con la peculiar marca del Priorat.
El enólogo - Solo la fuerza de un sueño ha podido llegar donde la determinación no bastaba
"El vino siempre explica una historia. El perfume de una tierra antigua que porta los colores del tiempo. El Priorat me ha cautivado. Los estudios junto con la experiencia me han formado como enólogo. Pero la capacidad no es suficiente y el recocimimiento tampoco. Solo la fuerza de un sueño ha podido llegar donde la determinación no bastaba.
Así nació La Conreria d'Scala Dei. Una cultura sencilla hecha de humildad y coherencia. El vino de la Conreria contiene todo esto.
Cada día que pasa nos esforzamos para generar algo único y precioso, intentando buscar el punto de equilibriuo entre la fuerza y la suavidad.
Como un reflejo del tiempo en el que vivimos, el Priorat ha sabido adaptarse. Ha transformado su única riqueza en un elemento catalizador, y yo no hago otra cosa que interpretar los signos de una modernidad que encuentra sus raices en la tradición.
Los vinos de La Conreria nacen del respeto de un patrimonio natural esencial donde las palabras dejan espacio a sugestiones recogidas en cada copa que narra sobre el tiempo que fue y que vendrá."
Jordi Vidal
Enólogo y Copropietario
Nuestros vinos.
DOQ Priorat

Priorat es una Denominació d'Origen Cualificada (DOQ o DOCa) para los vinos catalanes producidos en la comarca del Priorat, en la provincia de Tarragona, en el suroeste de Cataluña.
La DOQ cubre 11 municipios. Produce principalmente vinos tintos potentes, que llamaron la atención internacional en la década de 1990. La zona se caracteriza por su terroir único de pizarra negra y suelo de cuarzo conocido como llicorella.
Es una de las dos únicas regiones vitivinícolas de España que califican como DOCa, el nivel de calificación más alto para una región vitivinícola según la normativa vitivinícola española, junto con La Rioja DOCa.
Priorat es la palabra catalana, la que aparece con más frecuencia en las etiquetas de los vinos, mientras que el equivalente castellano es Priorato.
El topónimo Priorat está vinculado al concepto de vino desde hace siglos. La suma de un suelo, un clima, una orografia y el trabajo de hombres y mujeres que lo han elaborado siguiendo las técnicas de una tradición milenaria con la ayuda, hoy en día, de una tecnología adaptada a los requisitos de la calidad, han propiciado un producto auténtico, exclusivo: el vino del Priorat.
La Cartoixa d’Scala Dei representa la cuna histórica de los vinos y la viticultura de la Denominación de Origen Calificada Priorat. Los monjes cartujos trajeron desde la Provenza, en el siglo XII, los conocimientos y las técnicas para desarrollar una viticultura que arraigó con fuerza y ha evolucionado a lo largo de los siglos. Los dominios de la Cartuja configuraron el llamado Priorat histórico, que hoy coincide con la región vitivinícola de la DOCa Priorat.
La narración explica como el rey Alfonso I el Casto envió a dos caballeros a recorrer el país para localizar un sitio idóneo para que la orden de los cartujos, procedentes de la Provenza, se instalase en Catalunya. Una vez llegados a los pies de Montsant les llamó la atención la singular belleza del lugar y preguntaron a un pastor sobre el enclave. Además de informarles, el pastor les relató un suceso sobrenatural que acontecía desde hacía tiempo en el corazón de aquel valle: en el pino más alto aparecía una escalera por donde subían y descendían los ángeles.
El pretexto estuvo servido, los caballeros lo comunicaron al rey, quien ofreció aquel lugar a la orden. Los cartujos, establecidos en 1194, levantaron el altar del templo dedicado a Santa María en el punto donde se encontraba el árbol de la leyenda. La historia dio nombre al monasterio y a la vez ha generado una iconografía fuertemente arraigada en el territorio.
Los cartujos de Scala Dei iban vestidos de lana blanca, con capuchón que les cubría la cabeza rapada. Cultivaron la vid y elaboraron el vino en la Cartuja, siguiendo una escuela de trabajo y espiritualidad. Quizás el del Priorat es un vino místico.

Hoy, los restos de la cartuja proporcionan un aire de misterio y seducen a los visitantes. Por encima de estas ruinas, diferentes capas geológicas se superponen hasta la cima de la sierra, jugando con una paleta de colores variados, desde el gris, el ocre y el amarillo hasta el marrón y el rojo, formando esa escalera mística que alcanza el azul del cielo y el blanco de los ángeles en las nubes.
Desde hace casi 1.000 años, nueve pequeños pueblos han crecido escondidos entre las pendientes de pizarra que se dispersan a los pies de la sierra de Montsant. Sus habitantes, viticultores desde siempre, modelaron el terruño con márgenes. Tras la Ley de Desamortización de Mendizábal (1835), gracias a un gran esfuerzo y al creciente desarrollo de la viña, los viticultores reencontraron su dignidad. Este profundo cambio ha generado una cultura extraordinaria, fuente de prestigio para este país. Entre otros ejemplos, la cultura de la vid ha perdurado entre los habitantes de este territorio, y hay testimonios históricos tan antiguos como el capítulo «Como plantar viña en Scala Dei», del «Libro de los Vasallos» del siglo XVII, o el texto anónimo «Manual de viticultura de Porrera del siglo XVIII», que reflejan la sabiduría de los hombres en convivencia con la naturaleza.
Desafortunadamente, las épocas de harmonía y crecimiento son cíclicas y a menudo acaban en cataclismos. De hecho, en la historia de la agricultura y la vid europea, existe un antes y un después de la plaga de la Filoxera. En el Priorat también supuso una catástrofe a finales del siglo XIX y principios del XX, ya que en esta época la explosión de la indústria téxtil en Cataluña arrastró toda la mano de obra hacia las ciudades, y no se replantaron nuevas cepas, excepto en una proporción mínima que, afortunadamente, es la que ha perdurado hasta nuestros días.
Gracias a la generación de agricultores que actualmente tienen entre 70 y 80 años, quienes se han mantenido en el terruño y han seguido con la tradición agrícola, se ha conservado la cultura vitivinícola en el Priorat.
En décadas recientes se pudo intervenir en un paisaje preservado, complejo, rico y de un formidable potencial. Fue, pues, a finales de la década de 1980 cuando se inició un nuevo ciclo de prosperidad, que conjugava sabiduría, paisaje y tradición con un nuevo espíritu emprendedor que tenía como objetivo la recuperación de la calidad y el prestigio como premisa máxima.
La rehabilitación de la vid se realizó lentamente, con la certeza de que debía arraigarse en la memoria del terruño. En una curiosa mezcla que asocia la evolución de una cultura tradicional con vestigios agrarios del pasado y una naturaleza exuberante con una replantación respetuosa y eficiente.
La Vinyeta – Microvins Garnatxa Negra Àmfora – DO Empordà
Garnacha

Variedades autóctonas, viñas viejas y microclimas.
Antiguamente un personaje extraño rondaba por las bodegas puntualmente. Desplegaba su maletín y, como un alquimista, empezaba a remover pociones y probetas. El Químico, todos le decían. Una figura que hoy nos es más familiar, presente en toda bodega, pero que la solemos conocer como el enólogo.
Los Microvins son monovarietales de viñedos viejos –algunos de más de cien años– de variedades autóctonas y parcelas de extrema tipicidad. Pequeños volúmenes de vino con mucho carácter, experimentando en los procesos de elaboración, en condiciones muy controladas y recuperando técnicas ancestrales.
Microvins son pequeñas elaboraciones realizadas en 10 pequeños depósitos de capacidad, sólo 1.000 litros, bajo condiciones muy controladas, esta cariñena ha sido envejecida en botas de castaño.
La Vinyeta
Sumérgete en los vinos de esta bodega tocada por la tramontana y déjate enamorar por el olor del Empordà.

Situada en el corazón del Empordà, en Mollet de Peralada, la bodega La Vinyeta es una pequeña explotación de viñedo y olivo con espíritu joven, fruto del esfuerzo y las ilusiones.
El origen de este proyecto hay que buscarlo en las cerca de dos hectáreas de viñedos viejos -de edad comprendidas entre 55 y 80 años- de Cariñena y Garnacha.
A partir de ese momento se realizan nuevas plantaciones hasta las 30 ha actuales y se consolida en el año 2006 con la construcción de la bodega.
Año tras año, La Vinyeta da fruto con vinos personales, aceite exquisito y productos de la tierra.
Pese a ser una bodega joven, ha tomado el testimonio de la tradición, del legado acumulado durante siglos en el cultivo de viñedos viejos en el Empordà.
El compromiso con la naturaleza ha hecho que sea una de las primeras bodegas en elaborar con el sistema de la Producción Integrada, un cultivo respetuoso con el medio ambiente fundamentado en principios ecológicos y el conocimiento científico.
Mejor Bodega de Catalunya 2018

La Vinyeta ha sido elegida como Mejor Bodega 2018 por la Asociación Catalana de Sommeliers. Esta entidad reúne a unos 600 sumilleres y empresas adheridas del territorio catalán y tiene la vocación de aglutinar el sector y promover la figura del sumiller.
El reconocimiento ha sido otorgado por votación de sus miembros entre cuatro bodegas catalanas que han sobresalido este año.
Viñadores de Gredos – La Escalera – Cebreros
Garnacha

Garnacha 100% de viñas viejas.
Suelos: Arenas graníticas.
Elaboración: Se despalilla y estruja la uva para FA a temperatura controlada. Finalizada ésta, se descuba y se introduce en foudre de 2.000 litros donde se criará durante 9 meses en fudres de 2000 lts centroeuropeos.. Posterior embotellado y permanece antes de salir al mercado otros 6 meses en botella.
Grado alc.: 14,5 %.
Rubén Díaz - Garnacha en el ADN
Soy un viticultor natural de Cebreros y la dedicación al mundo del vino me llegó a medias por casualidad y por curiosidad.
Allá por el año 1999 intentaron comprar derechos de plantación de unas viñas familiares y en ese momento decidí investigar que era eso, acompañé a mi padre al campo, donde me explicó detalle a detalle como era todo eso de la viticultura.
Cierto es que mi familia había tenido viñedos de generación en generación y de pequeño había ido alguna vez a vendimiar, pero fué en ese momento cuando comenzó una vocación que se transformaría en una forma de vida.
Empecé a aprender de otros profesionales que llegaron a Cebreros, intercambiamos incluso uvas por aprendizaje, leí libros, analicé los diferentes suelos que conforman el viñedo de la zona, me apasioné por la garnacha y empecé a investigar que se podía mejorar.
Me sitúo en un sector artesanal, alejado de las grandes producciones y la tecnología.
Mi apuesta personal son las microvinificaciones de pequeñas parcelas donde se puede encontrar la esencia de cada tipo de suelo. El trabajo en bodega se hace casi como se hacía antes y se sigue el proceso de hace cien años, aunque ahora sabemos lo que no se debe hacer. Se interviene lo mínimo posible en bodega. Mi única obsesión es la de trasladar a la copa de vino el laborioso cuidado de las viñas, sometido cada año a las inclemencias del tiempo, para que puedas saber quien ha hecho el vino que te estás bebiendo, donde se ha hecho y en que año.
Lo que más me gusta de mi trabajo es poder estar en contacto con la naturaleza, en invierno y primavera lo paso en el campo, y luego el resto en la bodega. No utilizo ningún pesticida ni productos sistémicos, y en algunas parcelas, recurro al «tirado animal», respetando el medio ambiente, intentando integrarme y dejando parte de lo que hay en la tierra que puede aportar complejidad a los sabores y aromas de los vinos.
Soy Feliz con mi trabajo, y dicen que eso siempre se nota en los resultados
Rubén Díaz
Viñadores de Gredos
Somos una pequeña bodega situada en la DOP Cebreros en la zona también conocida como Gredos. Trabajamos principalmente las dos variedades principales la Garnacha y el Albillo Mayor, pequeñas parcelas repartidas en los pueblos de Cebreros, San Bartolomé de Pinares, Hoyo de Pinares y Villanueva de Ávila en alturas que van de los 700 m. a los 1100 m. sobre suelos graníticos y también algunos viñedos en la zona de Pizarra de Cebreros.
Todos nuestros esfuerzos a nivel agronómico se dirigen desde el máximo respeto, no utilizando productos químicos e intentando armonizarnos e integrarnos en el medio que nos rodea. Esa misma filosofía la llevamos impresa en nuestros vinos, en los que intentamos reflejar la personalidad de nuestras parcelas en los diferentes vinos que realizamos.
Finca del Marquesado Valdemar – La Gargantilla – DOCa La Rioja
Garnacha

La Gargantilla, un monovarietal de Garnacha donde sobresalen las notas a frutos rojos. Es un vino expresivo, con nervio y sincero.
VIÑEDOS: Parcela de 6.7 Has. Preselección de cepas y posterior de racimos. Altitud de 580 m. y suelo franco muy pedregoso.
ENVEJECIMIENTO: 8 meses en barricas de roble francés Allier
OBSERVACIONES DE LA CATA: Precioso color cereza muy vivo, de capa media, con brillos violáceos.
Aroma intenso y fresco, con notas muy marcadas de frutas rojas del bosque (frambuesas, grosellas) acompañadas de fondo por notas más finas de la crianza en barrica.
En boca es fresco, muy expresivo, con nervio y sincero. Paso por boca amable, muy varietal con recuerdos a flores y frutos rojos.
Elegante, de estructura delicada y con una acidez equilibrada y un final largo. Sedoso, elegante y complejo. Tanino maduro suave con un rico postgusto, largo y permanente.
MARIDAJE: Exquisito con todo tipo de quesos, esta garnacha realza principalmente los curados y semicurados. Carnes rojas y en salsas de queso. Foie y manzana.
Elefantíaques – Vi Roig – Massís de les Gavarres, Empordà
Garnacha Gris

Vino clarete de Garnacha Gris fermentada en tinas e inox
773 botellas.
Vinos sin Etiqueta – Dolces Paraules – DO Catalunya
Moscatel

100% Moscatel en viñedos plantados a finales de los años 90 en un suelo arcillo-calcáreo con sedimentos superficiales de cantos rodados.
Por su elaboración se cupean, en las proporciones adecuadas para que el producto final tenga los 15,5 % vol. y 80 gr. de azúcar natural. Una parte de vino de licor moscatel dulce y el resto es vino seco de fermentación controlada. Posteriormente se equilibra el grado alcohólico con alcohol de origen vínico hasta los 15,5º.
VISTA: nos encontramos ante un vino de licor (mistela) de Moscatel pero con una cantidad mucho menor de lo que sus homónimos presentan (sólo 80 gr. de azúcar por litro). De color amarillo dorado brillante y de aspecto denso que recuerda al almíbar.
NARIZ: en nariz es intenso, varietal, afrutado, con la tipicidad correspondiente a un gran Moscatel. Notas de melocotón, azahar, naranja y mandarina madura. Potentes aromas florales y de fruta blanca escarchada con ligeras notas herbáceas, balsámicas y mentoladas. Un recuerdo intenso de aromas de miel.
BOCA: amable con una fina acidez bien integrada y equilibrada. El paso por boca es armonioso y untuoso, con mucha presencia de fruta madura. Dulce, aromático, denso y persistente. Su frescura totalmente equilibrada, hace de este producto un vino versátil y agradable. Su final es largo, goloso, amable y con un retrogusto amplio y delicado.
MARIDAJE DEL VINO: todo un placer líquido en sí mismo para disfrutar en solitario. Marida muy bien con quesos azules, foie y resulta un perfecto acompañante con la repostería en general