Bodega Barco del Corneta – Cucú – Vino de la Tierra de Castilla y León
Verdejo
Cucú … cantaba la rana. Un verdejo mimado con personalidad.
Esta historia no podría arrancar en un lugar más auténtico que en el paraje de Cantarranas, en el término vallisoletano de La Seca. Una ubicación perfecta por su suelo de arenas silíceas y cantos rodados, con una capa de subsuelo de arcilla y caliza en sus capas más profundas.
A 718 metros de altitud, esta viña pasa inviernos largos y veranos calurosos y secos, lo que hace que sus cepas busquen recursos hídricos en lo más profundo del suelo.
Aquí conseguimos la auténtica expresión de la uva, gracias a su trabajo en ecológico, respetando así el medio ambiente y la biodiversidad de la viña.
En 2013, convencidos de las bondades del viñedo viejo, encontramos unas parcelas muy peculiares en Alcazarén (Valladolid) con unas cepas de edad desconocida que rondan los 150 años, a 770 metros de altitud y con antiguos clones, que poco o nada tienen que ver con las selecciones clonales de plantación nueva de Rueda. Suelos franco-arenosos, ubicados dentro de la Comarca Tierra de Pinares.
Y en 2014 llega nuestro siguiente proyecto de recuperación. Unas cepas viejas de la variedad autóctona de la zona del Parque Natural “Arribes del Duero” en Zamora, bajo el nombre de Juan García. Con estas viñas de unos 80 años de antigüedad, con suelo de granito y cuarzo, a 670 metros de altitud, elaboramos nuestro tinto.
Beatriz Herranz se reencuentra con el verdejo mientras estaba sumergida en un proyecto de recuperación de viñas viejas de garnacha en Cebreros, elaborando un vino llamado La Fábula. Con ese proyecto finalizado, regresa a La Seca (Valladolid), a los viñedos familiares para comenzar esta aventura con una pequeña bodega, dedicándose en cuerpo y alma al verdejo. Barco del Corneta es el fruto de su experiencia personal y profesional tras años vinculada al mundo de las viñas y el vino.
Con una elaboración artesanal, Barco del Corneta supone una apuesta por rescatar la esencia del verdejo, respetando la identidad de la variedad, del suelo y del clima. A partir de la añada de 2014, Barco del Corneta y Cucú crecen en producción y aparecen dos nuevos vinos: un verdejo de viñas viejas, de cepas centenarias, y un tinto de los Arribes del Duero, elaborado principalmente con la variedad autóctona Juan García.