Fragas do Lecer – Fraga do Corvo – D.O. Monterrei.

Mencía.

Fraga do Corvo negre és un monovarietal de mencía que segueix la mateixa filosofia que el blanc. Seleccionem els millors raïms de les nostres parcel·les de negre, on tenim un rendiment inferior als 5000 kg per hectàrea, i elaborem el vi seguint els mètodes tradicionals de la zona. Fem una premaceració en fred per extreure tot el potencial aromàtic i posterior fermentació en acer inoxidable a temperatura controlada, amb una posterior criança estàtica en acer inoxidable, amb una aportació de vi criat en bótes de roure francès, posterior embotellament i criança en boteller abans de sortir al mercat.

 

Fragas do Lecer

En Fragas do Lecer trabajamos con el máximo respeto en el viñedo tratando de minimizar la intervención. No utilizamos ni herbicidas ni pesticidas sino desarrollamos la viticultura sostenible utilizando métodos tradicionales de cultivo.

En la bodega el uso la mesa de selección, la maceración en frío antes del prensado, un prensado suave combinado con el trabajo en lías entre 5 y 6 meses en acero inoxidable, aporta mayor calidad en nuestros vinos.

Fragas do Lecer SL es una bodega acogida a la denominación de origen Monterrei, con más de diez años de existencia. Fundada en el año 2005 por la familia BooRivero, se incorpora al proyecto de Grandes Pagos Gallegos de Viticultura Tradicional en el año 2016.

Grandes Pagos Gallegos de Viticultura Tradicional es un ambicioso proyecto vitivinícola que pretende desarrollar vinos basados en las variedades autóctonas gallegas, TREIXADURA, ALBARIÑO Y GODELLO, allí donde mejor se expresan. Buscamos propuestas que aporten valor, singularidad, viñedo de máxima calidad. Porque el viñedo, el terruño es la base de nuestros proyectos, creemos en la viticultura sostenible y respetuosa con el medio ambiente, en las prácticas tradicionales de cultivo, en la trascendencia que tiene para el vino el viñedo del que procede.

Nuestra apuesta por el Godello y también por la Mencía se centra en la Denominación de Origen Monterrei. Creemos que las características de suelo, clima y altitud del valle del Támega son las que permiten expresarse mejor a estas variedades. En la denominación de origen Monterrei, nuestro proyecto es Fragas do Lecer. Y ello por varias razones de peso, pero fundamentalmente dos: la sabiduría y conocimiento del viñedo y de la zona que nos aporta la familia Boo Rivero, y la extraordinaria calidad de los viñedos que configuran el proyecto. Fraga es una extensión cerrada de monte, por lo general aislada y de difícil acceso, poblada por diversas especies caducifolias en la que también convive una gran diversidad de fauna. Se trata en definitiva del bosque tradicional de Galicia, las grandes «carballeiras»(bosques de robles) están situadas en las Fragas. Lecer significa en la lengua gallega «ocio».

Con el nombre de Fragas do Lecer pretendemos aunar tradición y autenticidad del paisaje gallego con el concepto de disfrute, de ocio y de diversión que supone la degustación de nuestros vinos.

Nuestras instalaciones, con capacidad para 120.000 litros, se encuentran ubicadas en el pueblo de Vilaza, en una zona de referencia dentro del valle de Monterrei. Elaboramos nuestros vinos separados por fincas en depósitos de acero inoxidable con una capacidad máxima de 10.000 litros.

Los fundadores de la bodega, la familia Boo-Rivero, son una saga de viticultores de Monterrei que lleva más de treinta años (tres generaciones) apostando por las variedades autóctonas, – godello, mencía y treixadura, fundamentalmente -, primero como viticultores y prestadores de servicios a otros agricultores, y posteriormente como bodegueros.

Desde finales de los años 80 del siglo pasado, los Boo-Rivero han plantado buena parte de los viñedos de variedades autóctonas de la comarca de Monterrei, pues también son dueños de una empresa de servicios agrícolas. Esta experiencia le permitió conocer los mejores clones de las variedades autóctonas para realizar la plantación de los viñedos que posteriormente se vincularon al proyecto de Fragas do Lecer.

Los viñedos de la familia Boo-Rivero, incorporados al proyecto de Fragas do Lecer, suman un total de 18 hectáreas repartidas en veintiocho parcelas. Sus nombres recogen la toponimia de la zona: Infesta, Gargalo, Miringuela, Pousadoira…… Desde muchas de ellas se puede contemplar el castillo de Monterrei, testigo mudo de más de ocho siglos de historia del valle.

La variada localización de nuestros viñedos hace que tengamos plantaciones en cada uno de los diferentes suelos del valle: graníticos, arenosos y de esquistos de pizarra. Ello confiere a nuestros vinos una extraordinaria complejidad.

Somos propietarios de algunas de las plantaciones más antiguas de Godello y Mencía de la zona, con cepas de más de 25 años de edad.

Destaca nuestra finca de Tamaguelos, de cuatro hectáreas de superficie y en la que tenemos plantadas cepas de Godello y Mencía de más de veinte años de edad.

 

DO Monterrei

En el interior de Galicia, limítrofe con Portugal y con una superficie de producción de unas 520 hectáreas se sitúa la Denominación de Origen Monterrei. Monterrei es una de las cinco denominaciones de origen de vinos que existen en Galicia.

Los restos arqueológicos hallados en la comarca, tales como prensas, lagares excavados en roca y vasijas de origen romano, evidencian la participación de estos últimos en la introducción de la vitivinicultura en Monterrei.

Desde finales del siglo IX, de la mano de las órdenes religiosas, al ser utilizado el vino como tributo para el pago a los monasterios y señores feudales.

Durante la Edad Media y parte de la Moderna, Monterrei ejerció una gran influencia en aspectos económicos, políticos y culturales dentro de Galicia y España. Por este motivo, D. Federico Justo Méndez, autor del libro Brotes de Históricas, afirmaba: «los vinos del valle de Monterrei, por su excelente calidad se codearon con los vinos de Oporto, llegando incluso su comercialización a distintas partes de América. Durante la época del V Conde de Monterrey, a quien el Rey Felipe II le concedió el título de virrey con el fin de gobernar las nuevas colonias españolas en América.

Más recientemente, se puede destacar que, a mediados del siglo pasado, Monterrei fue una zona donde se producían grandes volúmenes de vino de excelente calidad. Muestra de ello fue la presencia en la región de importantes bodegas, que disponían de lagares  de piedra y grandes cubas de madera de roble.

A principios de los años 60 se construye la Bodega Cooperativa de Monterrei, con el objetivo de promover una correcta elaboración de los vinos y su posterior comercialización. A finales del siglo XX, la emigración, el cierre de la bodega cooperativa y el abandono de las tierras, dada su escasa rentabilidad, casi suponen la desaparición del viñedo en la zona, pero el reconocimiento administrativo de la Denominación de Origen y la aprobación de su reglamentación (por Orden de 25 de noviembre de 1994), así como la apuesta por los vinos de calidad, llevaron al resurgir de la comarca.

Es por lo tanto, en los años noventa el momento en que se da un gran salto cualitativo tanto en la recuperación de las variedades preferentes como en la elaboración del vino. Se siguen manteniendo las plantaciones con sistemas de formación en vaso griego, pero en muchas de las nuevas plantaciones se introduce un nuevo sistema de cultivo que se realiza en espaldera a doble cordón para facilitar el laboreo y la recolección. Esto, junto con la inversión en tecnología y la adopción de nuevas prácticas enológicas supuso un gran impulso al sector vitivinícola en la comarca. Al preservar un porcentaje elevado de variedades preferentes en la elaboración (todas ellas autóctonas), se obtienen como resultado vinos de características específicas, con carácter y que expresan la tipicidad de la zona.

Como en todas las denominaciones de origen gallegas, existe un río principal y las viñas se localizan en las laderas de su valle. En este caso se trata de rio Támega, un afluente del Duero, lo que confiera a la comarca de Monterrei unas características muy diferenciadas para la elaboración de vinos gallegos. La zona de producción se extiende a lo largo del valle del río Támega, con una superficie ligeramente inferior a las 700 hectáreas, repartidos entre los municipios de Castrelo do Val, Monterrei, Oímbra y Verín.

En lo que respecta al clima, el territorio de la Denominación de Origen Monterrei pertenece a la cuenca del río Duero, puesto que en él desemboca el río Támega, que cruza la región de la denominación de norte a sur. Tiene un clima mediterráneo templado con tendencia continental, influenciado por el océano atlántico. Sus veranos son calurosos y secos mientras que sus inviernos son fríos. La zona presenta unas considerables oscilaciones térmicas, de hasta 30o durante la época de maduración.

En cuanto a los suelos, en la comarca de Monterrei están presentes tres tipos de suelos: Pizarrosos y esquistosos, idóneos durante las épocas de sequía, que proporcionan aromas en los vinos tintos. Graníticos y Arenosos: provenientes de la  degradación de las rocas graníticas, presentan pH bajos, adecuados para vinos blancos. Sedimentarios: complejos debido a la mezcla de materiales.