Azpillaga Urarte

Vitivinicultura Regenerativa

EL ORIGEN:

Somos una familia con larga tradición vitícola, Emilio Pérez de Azpillaga y M. Carmen Urarte cultivaron viñedo y produjeron uva para otros hasta los años 60, a partir de los 70 comenzaron a elaborar sus propios vinos.
Veinte años después, en los 80, construyen la nueva bodega y comienzan a embotellar la primera marca: Viña El Pago.

AGROECOLOGÍA:

En 1993, tras terminar sus estudios de Viticultura y Enología, Eduardo Pérez de Azpillaga Urarte, uno de los hijos, se une a la bodega familiar… con la condición de que pueda cambiar la forma de cultivar a una más respetuosa con el medio ambiente. Aceptada su propuesta, comienzan a estudiar, investigar y experimentar con sus propios viñedos, eliminando poco a poco todos los tratamientos de síntesis química, hasta que en 2001 sus viñas sólo reciben tratamientos naturales y certificados como ecológicos.

RESULTADOS:

A lo largo de este tiempo según se van quitando químicos de las viñas se obtienen cada vez más calidad en las uvas y se elabora un segundo vino, Señorío de Aztule, y un tercero, Fincas de Aztule.
Entre 2004 y 2006 probamos las cubiertas vegetales espontáneas en nuestras viñas, siendo tan satisfactorio el resultado que las implantamos en todas nuestra parcelas.
A la vez, empiezan a trabajar con decocciones y extractos de plantas como tratamientos para nuestras viñas, metiéndose de lleno en la agroecología. A partir del 2010, tras un gran aprendizaje en «desaprendizaje agrario» son ellos mismos los que elaboran casi el 100% de los productos con los que protegen sus viñedos (purines de plantas, extractos de agua de mar, extractos hidroalcohólicos de plantas, microbiología, etc…).
En 2011 se suma al proyecto Ignacio Pérez de Azpillaga Urarte, hermano de Eduardo.

SITUACIÓN ACTUAL:

Actualmente somos los dos hermanos los que, juntos, cultivamos nuestras 12 hectáreas de viñedo y gestionamos la bodega.
Además del objetivo de conseguir nuevos vinos con cualidades únicas, está el de conseguir ser 100% autosuficientes en la producción de nuestras uvas y por supuesto, nuestra carrera de fondo, cuyo objetivo está marcado por el compromiso que tenemos con la Naturaleza, a la que debemos la felicidad de vivir de lo que más nos gusta hacer: vinos exquisitos y respetuosos con la Tierra que nos ha visto nacer.

PARCELAS

Tenemos unas 12 ha. repartidas en 30 parcelas distintas, ubicadas en Lanciego, Kripan y Elvillar. La altitud de nuestras viñas abarca desde los 390 metros sobre el nivel del mar (con un clima más seco y cálido) hasta los 625 metros (clima más cantábrico, más frío y húmedo).
Nuestra parcela más pequeña tiene 1000 m2 (0,1 ha) y la más grande 13000 m2 (1,3 ha).
Al estar nuestros viñedos tan repartidos, nuestras viñas crecen en suelos muy diferentes: calcáreos (o calizos), que producen unas uvas de excelente calidad, arcillo-calcáreos que también ofrecen uvas de gran calidad y por último, suelos de aluvión, que no son los mejores, pero en los que nosotros hemos conseguido, a base de esfuerzo e investigación en el campo de la ecología, una calidad en la uva tal, que nos ha sorprendido a nosotros mismos.