Embotits Mallart

100 años, 5 generaciones, 1 marca

A lo largo de más de 100 años, cinco generaciones de una familia de charcuteros se han dedicado en prisa alma a elaborar de forma artesanal embutidos y otros productos de charcutería desde su obrador de La Llacuna, dentro del área conocida como Gran Penedès .

Utilizando piezas de carnes selectas, en Mallart se preparan especialidades tanto crudas como cocidas y curadas, todas ellas deudoras de unas recetas y una elaboración muy tradicional.

2018: El renacimiento con Mas Albornà

A las puertas de la jubilación, la familia Mallart se encuentra con la que la continuidad de su legado no está resuelta. Ernest, el relevo generacional del negocio con oficio de charcutero y formado en el obrador de la familia, es una persona con discapacidad intelectual. Gestionar solo la empresa resulta complicado y por eso deciden contactar con la Fundació Mas Albornà. La finalidad es doble: garantizar la estabilidad y la calidad del puesto de trabajo de su hijo así como preservar la continuidad de la empresa familiar evitando su desaparición.

De esta forma, en enero de 2018 Mallart renace y toma un nuevo impulso de la mano de la Fundación Mas Albornà convirtiéndose así también en una iniciativa social que aporta valor y compromiso a los productos que elabora.

Se inicia una nueva etapa, pero se mantiene la misma esencia de los orígenes y el sabor de la tradición.

Mallart forma parte del proyecto social de la Fundación Mas Albornà

La Fundación Mas Albornà trabaja desde 1969 para mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad, trastorno mental y riesgo de exclusión ofreciéndoles servicios y atención integral en el Alt Penedès.

Mallart es una iniciativa social de la Fundación Mas Albornà. Gracias a la elaboración de los embutidos podemos seguir haciendo crecer nuestro proyecto, creando nuevas oportunidades de trabajo y mejorando la vida de las personas

La Llacuna: Territorio de embutidos de altura

Tanto el obrador como el secador de Mallart Artesans Xarcuters están en La Llacuna (l’Anoia), municipio ubicado a 600m de altura. Con una superficie mayoritariamente boscosa de pinos, robles y encinares, esta vegetación refresca el clima caluroso del verano y la altura media sobre el nivel del mar agrava moderadamente el frío seco del invierno convirtiendo la zona en un enclave ideal para la elaboración y secado de embutidos.

La Llacuna es una villa con una gran tradición de siglos en el arte de elaborar embutidos gracias a su proximidad al Camí Ral (vía de circulación de personas y mercancías protegido por el rey) ya la celebración anual de la Feria de Sant Andreu, un reconocido punto de encuentro de vendedores de ganado y otros productos. Esto hace que los ‘llacunencs’ se iniciaran en la cría de cerdos y la elaboración de embutidos desde hace muchos siglos. Primero, en las masías y en el ámbito doméstico y, después, suministrando a las poblaciones cercanas y en las carnicerías.

Esta tradición ha hecho que sus embutidos sean reconocidos y valorados por las características que los diferencian: las condiciones climáticas de la zona (frío y frescura) y la calidad de su materia prima.

Los elaborados de Mallart Artesans Xarcuters recogen esta esencia y mantienen las raíces que aportan a los productos el sabor de la elaboración tradicional.